El Mediterráneo ocupa, tan
sólo, el 1% de la superficie oceánica; sin embargo, acumula casi
el 50% del total de los vertidos contaminantes que se realizan en
los mares del planeta. A los vertidos procedentes de
industri as químicas, hay que añadir las ingentes cantidades
de detritus de origen humano que se acumulan especialmente durante
el verano. Durante este periodo la avalancha de turistas duplica
la población de las áreas costeras mediterráneas. Según
previsiones de las Naciones Unidas, dentro de 25 años, estas zonas
contarán con una población residente de 125 millones de
habitantes, estimándose en 760 millones el número de visitantes en
periodo vacacional.
Más del 75% de la contamina ción marina se origina por los
deshechos originados por el uso urbano y rural de las tierras. La
agricultura practicada en el interi or suele tener efectos
contaminan tes en la franja costera, debido al depósito de abonos
y pesticidas que son arrastrados por las llu vias a las aguas
litorales,así como por la contaminación directa de acuíferos con
conexión marina. También el exceso de nutrientes proceden tes de
aguas residuales, abonos, residuos orgánicos, etc. Provoca el
proceso conocido con el nombre de eutrofización, consistente en el
crecimiento rápido de placton y en la descomposición de las algas,
que disminuye la proporción de oxígeno disuelto y produce la
muerte de peces y otras formas vivas del medio acuático.
En ocasiones, estas floraciones de algas están además compuestas
por espe cies tóxicas, por lo que el consumo de mariscos y otros
organismos marinos pueden resultar peligrosos. Graves efectos para
la salud pueden tener también la presencia de ciertos metales
pesados, en especial el mercurio o el plomo; un ejemplo extremo
fue el acontecido entre 1952 y 1960 en la ciudad japonesa de
Minimata, donde 40 personas murieron y más de 2.000 padecieron
través transtornos neurológicos (mal de azoge) y físicos tras
ingerir mariscos contaminados por mercurio. La mayor parte de los
grandes peces y mamíferos marinos se encuentran en la cúspide de
la cadena alimenticia, van acumulando las sustancias tóxicas no
excretables que se encuentran en sus presas, presentando a la
larga, importantes cantidades de mercurio, dioxinas y cloro
orgánico en su organismo, no haciendo reco mendable para la salud
su consumo alimenticio más de una vez al mes. Se
estima que en las placas continentales se encuentra almacenada la
mitad de las reservas de crudo actualmente conocidas. Los
depósitos aluviales de minerales como cobre, hierro, establo,
tungsteno y piedras preciosas se ha llan principalmente situados
en las desembocaduras actuales y antiguas de los ríos. La
extracción y el transporte de estos elementos constituye una
fuente de contaminación de primer orden, por el elevado número de
sinies tros y accidentes que se registran y las desastrosas
consecuencias que produ cen las frecuentes “mareas
negras” para la salud y para el medio ambiente.
Uno de los accidentes más graves lo produjo el petrolero Prestige
que encalló enfrente de las costas gallegas en noviembre de 2002.
El petrolero procedía de San Peterburgo y transportaba una carga
de 77.000 Tn. de fuel ruso, se partió en dos en las costas
gallegas. Esta catástrofe ecológica afectó a unas 126.000
personas, sólo en el sector pesquero gallego. En las actividades
de la Comunidad de Galicia sobrepasan el 10% del PIB de esta
comunidad.
La repercusión económica de la catástrofe supera los 2.000
millones de euros. Además, el sector pesquero no fue el único
afectado por la crisis del Prestige. Otros ámbitos económicos,
como el turismo, el sector conservero o la construcción, sufrieron
también las repercusiones del hundimiento del petrolero.
El mar Mediterráneo soporta un volumen muy elevado de transportes
marinos potencialmente peligrosos, además del lavado de tanques
cisternas que, aunque prohibido en el ámbito internacional, es
práctica habitual no controlada e impune.
Por último destaca la alteración de las desembocaduras de las
cuencas fluviales o la construcción de infraestructuras en las
áreas litorales, como puertos, embarcaderos, espigones, creación
de playas artificiales;que causan efectos desastrosos en la
dinámica de las aguas costeras, al interceptar y alterar a las
propias corrientes marinas, afectar a la distribución de distintas
especies, llegando a modificar los perfiles costeros y sus
comunidades biológicas.
B
) LA SOBREEXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS PESQUEROS.
La industria pesquera posee una gran importancia a escala global,
tanto por los beneficios que genera, como por el número de puestos
de trabajo directos e indirectos que dependen de ella.
Según la FAO más del 90 % de la pesca marina
mundial que supone unos 82 millones de toneladas, incluyendo a la
precedente de acuicultura, se lleva a cabo cerca de la costa o en
aguas pertenecientes a la plataforma continental. La pesca a
pequeña escala comunitaria representa casi la mitad de la cantidad
destinada al consumo humano, empleando a más de 12 millones de
personas. Cabe apuntar que el 60% de la población de los países en
desarrollo obtienen del mar más del 40% de su ración anual
de proteínas. Entre los países que consumen más cantidad de pecado
al año están las islas Maldivas con 140 Kg. por persona al año,
Islandia con 91 Kg. ocupando España el octavo lugar con 37 Kg, por
persona al año.
El principal problema del sector pesquero es la
sobreexplotación de los recursos naturales, con el agotamiento y
destrucción irreparable de un número cada vez mayor de caladeros.
En algunas regiones como el mar Mediterráneo se practica una
explotación excesiva que ha provocado una disminución sustancial
del volumen total de capturas, La aplicación de nue vas
tecnologías y el aumento de las poblaciones humanas no han hecho
más que acelerar este proceso. Entre las técnicas más dañinas se
encuentra la pesca de arrastre que, como un auténtico rastrillo,
barre toda la vida de los fondos litorales, destruyendo su
cobertura vegetal e imposibilitando que se desarrollen las puestas
de peces y moluscos que allí son depositados. Otras técnicas
tremendamente lesivas para la fauna acuática son las artes de
deriva a gran escala que, aunque prohibidas por algunos países
como España, aún no se han llegado a erradicar.
La ausencia de propiedad reconocida de los
recursos marinos y, por tanto, la inexistencia de mecanismos para
limitar el acceso a las reservas pesque ras, ha provocado la
sobreexplotación incontrolada y el agotamiento de los mismos a lo
largo de gran parte de este y el anterior siglo. Esta situación po
tenció la creación de una descomunal industria pesquera que,
basada en alcanzar altos beneficios a corto plazo, dejó tras de sí
ecosistemas rotos y poblaciones humanas arruinadas.
En los años setenta, la Confederación de las
Naciones Unidas sobre el Derecho al Mar, acordó establecer la
soberanía de los Estados costeros a 370 kilómetros de sus
respectivos litorales, dando paso a diferentes regulaciones más o
menos afortunadas.
Una práctica poco recomendable de algunos
gobiernos, como el español, consiste en intentar mantener por
medio de subvenciones a fondo perdido a las actuales flotas
pesqueras, tremendamente sobredimensionadas y que carecen de otra
solución que no sea su desmantelamiento definitivo, a corto plazo,
y la reconversión del sector. En cualquier caso, los gastos
sociales producidos por esta reestructuración deberán ser asumidos
por los gobiernos de los propios países que permitieron su
crecimiento incontrola do. Una alternativa efectiva sería la
reconversión del sector en algo lúdico como pudiera ser ecoturismo
marino o paseos costeros quizás más renta bles.
Posibles soluciones a esta sobreexplotación
pesquera pueden ser:
Reducir el consumo de
pescado.
Rechazar el consumo de
pequeños peces y denunciar su venta ya que no han alcanzado la
talla adulta para su reproducción.
Información sobre la
procedencia del pescado y el tipo de arte utiliza do.
Consumir
preferentemente pescado de acuicultura.
Controlar los barcos de
pesca piratas, en las artes de pesca abusivas, como en el arrastre
de profundidad, que arrasan el fondo generando capturas
accidentales y descartes,
Reducir el número de
capturas a nivel mundial. Es insostenible el capturar más de 100
millones de Tn, de pescado al año,
Creación de reservas
marinas para proteger especies que están en peligro de extinción.
Acabar con el
neocolonialismo pesquero que hace que algunos armadores paguen
cuotas por pescar en caladeros de otros países. Esta práctica
obscena de pagar por pescar a gobiernos corruptos (especialmente
africanos) para que nuestras flotas puedan ir a esas zonas a
esquilmar sus valiosos recursos pesqueros.
¡Nuestros océanos están en crisis! La FAO
estima que el 70 % de la pesca comercial ya ha colapsado o está
colapsando. Lamentable mente, muchas de estas especies nunca se
recuperarán y se perderán para siempre casos del atún, el tiburón
y el pez espada, se han reducido a un mero 10 % de su población
original y algunas especies están en peligro de probable
extinción. La pesca de Malasia ha eliminado aproximadamente el 95
por ciento de sus especies. No queda casi nada.
Cada año matamos y descartamos en el mundo 30
millones de Tn. de vida marina capturadas accidentalmente
(bycatch), entre ellos delfines, tortugas, cangrejos y peces
juveniles. En el norte de Australia, el 92 % de la captura es de
ninguna utilidad para los pescadores. A medida que eliminamos
estos animales de la cadena alimenticia, hacemos caer la
biodiversidad y suprimimos los procesos ecológicos del océano.
El aumento de la acidez en
los océanos tiene un efecto desastroso en la vida marina. Está
previsto un descenso de pH de 8,1 (ahora) a por debajo de pH 7,3
en el año 2300. ¿Un largo camino por recorrer? ¿No hay necesidad
de preocuparse?
Con un pH de 7,7 alcanzaremos el límite letal para todos los molus
cos con conchas y corales de arrecife; sus conchas y esqueletos
simplemente se disolverán y morirán. Así es, ¡los arrecifes de
coral y la vida marina con conchas morirán!.
¿Cuándo sucederá esto? La sorprendente respuesta es que los estu
dios científicos están apuntando a 2065. Entre ahora y entonces
habrá grandes trastornos en la red alimentaria ecológica ya que
especies comenzarán a desaparecer. Desde alrededor de 2065 en
adelante, podremos esperar el colapso rápido y catastrófico de la
mayoría de las especies de la vida marina. Esto corresponde a un
programa de investigación científica importante (Science,
noviembre de 2006) que predice que desde 2056, toda la población
de peces del mundo colapsará. El ecosistema del océano simplemente
fallará.
Ante esta alarmante situación, y el oscuro futuro que le espera a
este sector, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon declaró,
recien temente, lo siguiente: “Insto a los gobiernos y a
todos los sectores de la sociedad a que asuman la responsabilidad
individual y colectiva de proteger el entorno marino y gestionar
sus recursos de manera soste nible para las generaciones presentes
y futuras”. Pienso que todavía estamos a tiempo, si
ponemos para ello los medios necesarios de revertir esta
complicada situación.
BIBLIOGRAFÍA
Comisión Europea: Estrategias para mejorar la pesca de captu
ra. Política común pesquera.
FAO: Plan de acción internacional para prevenir, desalentar y
eliminar la pesca ilegal.
Fernando Kramer; Educación ambiental para el desarrollo soste
nible. 2003.
Greenpeace: Consejos para un consumo responsable.
Jairo Escobar: La contaminación de los ríos y sus efectos en las
áreas costeras y el mar. United Nations Publications. 2003.
Luis Echarri: Contaminación del agua. Universidad de Navarra,
2007.
Mariano Seoánez Calvo: Manual de contaminación marina y
restauración del litoral. México, 2000.
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
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