BIOMASA,
LA ENERGÍA DE LA MATERIA ORGÁNICA
Es “Todo material de origen biológico excluyendo aquellos que han
sido englobados en formaciones geológicas y han sufrido un proceso
de mineralización” (Especificación Técnica Europea CEN/TS 14588)
Se conoce como biomasa energética al conjunto de materia orgánica,
de origen vegetal o animal, incluyendo los materiales procedentes
de su transformación natural o artificial. .
IDAE - Instituto para al Diversificación y Ahorro de
Energía
El aprovechamiento de los recursos de la biomasa vegetal se ha
usado tradicionalmente y cada vez adquiere mayor relevancia por su
potencial económico, ya que existen importantes volúmenes anuales
de produccion agraria, cuyos subproductos se pueden usar como
fuente de energÍa e incluso ya se están potenciando los llamados
cultivos energeticos, especificos para este fin. Muchas industrias
ya utilizan estos recursos como las de transformación agraria,
sobretodo las refinerías de aceite, ladrilleras y cementeras. Los
cultivos energeticos se usan para combustibles de automoción. Con
un aprovechamiento adecuado de residuos agrícolas, forestales y
ganaderos se podría incrementar el uso de estos recursos. En
Andalucía, principalmente se aprovecha la biomasa de los derivados
de la molienda de la aceituna y en menor proporción de los purines
de las granjas de ganado porcino, que en ambos casos suponen un
problema medioambiental importante.
Usos
Generalmente mediante calderas, como las habituales de diesel
Las aplicaciones térmicas con producción de calor y agua caliente
sanitaria son las más comunes dentro del sector de la biomasa. En
un nivel menor de desarrollo se sitúa la producción de
electricidad. La producción térmica sigue una escala de usos que
comienza en las calderas o estufas individuales utilizadas
tradicionalmente en los hogares. Hoy en día existen aparatos tanto
de aire, (las estufas de toda la vida, mejoradas y actualizadas a
las necesidades de los usuarios de hoy) que calientan una única
estancia, como de agua, que permiten su adaptación a un sistema de
radiadores o de suelo radiante y a otros sistemas con producción
de agua caliente sanitaria. En un segundo escalafón se sitúan las
calderas diseñadas para un bloque o edificio de viviendas,
equiparables en su funcionamiento a las habituales de gasóleo C o
gas natural, que proveen a las viviendas de calefacción y agua
caliente. Debido a la necesidad de disponer de un lugar amplio y
seco para el almacenamiento del biocombustible este tipo de
instalaciones pueden tener problemas en edificios con salas de
calderas pequeñas y poco espacio aprovechable.
Ventajas
El uso de la biomasa como recurso energético, en lugar de los
combustibles fósiles comúnmente utilizados, supone unas ventajas
medioambientales de primer orden
• Disminución de las emisiones de azufre.
• Disminución de las emisiones de partículas.
• Emisiones reducidas de contaminantes como CO, HC y NOX.
• Ciclo neutro de CO2, sin contribución al efecto invernadero.
• Reducción del mantenimiento y de los peligros derivados del
escape de gases tóxicos y combustibles en las casas.
• Reducción de riesgos de incendios forestales y de plagas de
insectos.
• Aprovechamiento de residuos agrícolas, evitando su quema en el
terreno.
• Posibilidad de utilización de tierras de barbecho con cultivos
energéticos.
• Independencia de las fluctuaciones de los precios de los
combustibles provenientes del exterior (no son combustibles
importados). • Mejora socioeconómica de las áreas rurales. Estas
ventajas convierten a la biomasa en una de las fuentes potenciales
de empleo en el futuro, siendo un elemento de gran importancia
para el equilibrio territorial, en especial en las zonas rurales.
Combustibles
Las instalaciones de producción energética con biomasa se
abastecen de una amplia gama de biocombustibles, desde astillas
hasta cardos y paja, pasando por huesos de aceituna y cáscaras de
almendra. Esta heterogeneidad continúa en los usos de la energía
producida con biomasa, pudiendo utilizarse para calefacción y
producción de agua caliente
en el sector doméstico (viviendas unifamiliares, comunidades de
vecinos, barrios o municipios enteros), calor para procesos
industriales y generación de electricidad. Dentro de los
principales biocombustibles sólidos españoles destacan los
orujillos (de aceite y de uva), los huesos de aceituna, las
cáscaras de frutos secos (tanto agrícolas, almendra; como
forestales, piñón) y por supuesto los residuos de nuestros montes
y de las industrias forestales (desde cortezas hasta astillas,
pasando por costeros y serrines). Definición de biomasa según llos
que han sido englobados en formaciones la Especificación Técnica
Europea CEN/TS 14588: “Todo material de origen biológico
excluyendo aque-geológicas sufriendo un proceso de mineralización”
Los recursos potenciales de biomasa calculados por IDAE para el
desarrollo del PER superan los 17 millones de toneladas
equivalentes de petróleo (Mtep), más de tres veces el incremento
establecido en el PER para el año 2010. Entre estos recursos
destacan los cultivos energéticos, que con un potencial superior a
los 7 Mtep constituyen una alternativa a los cultivos agrícolas
tradicionales actualmente en recesión.
BIOMASA A PARTIR DE:
1. Residuos forestales procedentes de diversos
tratamientos selvícolas, como entresacas, podas o limpieza de
matorrales.
2. Residuos agrícolas de diferentes podas de
cultivos leñosos como olivos, vides y frutales. También residuos
de cultivos de cereales como el centeno,maiz, trigo, sorgo o arroz
e incluso se utilizan los residuosde otros cultivos herbáceos como
el tabaco, remolacha, algodón y girasol.
3. Residuos de industrias forestales,
procedentes en su mayoría de industrias de tratamiento de madera,
chapa de madera, corcho o papel.
4. Residuos biodegradables de industria
agroganaderas y agroalimentarias y también los procedentes de
actividad urbana, entre los que destaca el biogas procedente de
estaciones depuradorasde aguas residuales urbanas y de los
Residuos Sólidos Urbanos.
5. Cultivos enérgeticos y biocarburantes.
BIOMASA EN ESPAÑA
En España, los recursos potenciales de biomasa
calculados en el Plan de Energías Renovables (PER) se sitúan en
torno a los 19.000 ktep, de los cuales, más de 13.000 ktep
corresponden a biomasa residual y casi 6.000 ktep a cultivos
energéticos. En la actualidad, la biomasa alcanza el 45% de la
producción con energías renovables en España, lo que equivale al
2,9% respecto del total de consumo de energía primaria, incluidas
las convencionales.
En Europa, el 54% de la energía primaria de
origen renovable procede de esta fuente, sin embargo sólo supone
el 4% sobre el total energético. En concreto, según los datos del
observatorio europeo de las energías renovables, EurObserv'ER, en
2004 la producción de energía primaria debida a biomasa se
cuantificó en 55.439 ktep. La mayoría fue destinada a la
generación de calor en viviendas unifamiliares, comunidades de
vecinos y en redes de calefacción centralizada. En general, en
torno al 83% se destina a usos térmicos y el 17% a la producción
de electricidad. Francia, con 9.180 ktep encabeza la producción,
seguida por los países escandinavos, que son considerados los
auténticos líderes acorde con su número de habitantes ya que, por
ejemplo, Finlandia cubre con biomasa el 50% de sus necesidades de
calor y el 20% del consumo de energía
primaria. Sin embargo, el ritmo actual de
crecimiento de la producción con biomasa hará imposible el
cumplimiento de los objetivos establecidos en el Libro Blanco de
la Energías Renovables de la Unión Europea, que
los fija en 100.000 ktep para 2010. Según ese ritmo actual, en
dicha fecha se alcanzarán sólo 77.700 ktep. En 2004, la Comisión
Europea emitió una comunicación
dirigida al Consejo y al Parlamento Europeo en
la que confirmaba que el desarrollo de tecnologías vinculadas a la
biomasa sufría una mala coordinación de las políticas y un apoyo
financiero insuficiente. Según la Comisión, sólo Dinamarca,
Finlandia y el Reino Unido experimentan una curva de crecimiento
importante de esta fuente de energía. Sin embargo, concluía, en la
mayor parte de los nuevos Estados miembros existe un potencial
importante de utilización de la biomasa para generar tanto
electricidad como calor.
Futuro: las previsiones
concretas de futuro las marca, entre otros, el Panel
lntergubernamental sobre Cambio Climático, estableciendo
que antes de 2100 la cuota de participación de
la biomasa en la producción mundial de energía debe estar entre el
25 y el 46%.
Desforestación: Según datos
del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), “algunos países pobres obtienen el 90% de su
energía de la leña y otros biocombustibles”. En África, Asia y
Latinoamérica representa la tercera parte del consumo energético y
para 2.000 millones de personas es la principal fuente de energía
en el ámbito doméstico. Pero, en muchas ocasiones, esta
utilización masiva no se realiza mediante un uso racional y
sostenible de los recursos, sino como una búsqueda desesperada de
energía que provoca la deforestación de grandes áreas, dejando
indefenso al suelo frente a la erosión.
TEMAS RELACIONADOS
Una serie de reportajes para mostrar la riqueza natural
que nos rodea, sus ecosistemas y a sus singulares
habitantes.
Granada y las tierras del sureste de Andalucía poseen la
mayor diversidad biológica de Europa, parajes únicos para
vivir en tiempos de estío